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Una golondrina rezagada, descansa en la hermosa estatua del Príncipe Feliz. El Príncipe está muy triste, porque desde allí puede ver el sufrimiento de su pueblo, y le pide ayuda a la pequeña ave para llevar consuelo a los necesitados.

El Príncipe Feliz de Oscar Wilde es una historia conmovedora que se desarrolla en una ciudad ficticia. La historia gira en torno a una estatua dorada de un príncipe adornada con joyas y que domina la ciudad. A pesar de su opulento exterior, el príncipe está entristecido por la pobreza y el sufrimiento que observa debajo. Con la ayuda de una golondrina de buen corazón, el príncipe sacrifica desinteresadamente su riqueza y comodidad para aliviar la difícil situación de los empobrecidos residentes de la ciudad. A través de actos de caridad y compasión, el príncipe aprende el verdadero significado de la felicidad y el altruismo.

El protagonista de la historia es la estatua dorada de un príncipe, que se encuentra en lo alto de una columna desde donde puede ver toda la ciudad; y una golondrina, que ha retrasado su migración a África por el amor que sentía por una caña. La golondrina se posa sobre la estatua y ve que el príncipe está llorando a causa de las injusticias que puede observar desde su posición. Entonces le pide a la golondrina que entregue a los más necesitados las joyas que le adornan.

El protagonista de la historia es la estatua dorada de un príncipe que fue feliz, y que se encuentra en lo alto de una columna donde puede ver toda la ciudad. Cuando una golondrina se posa sobre ella y ve que el príncipe está llorando a causa de las injusticias y las miserias de su ciudad, retrasa su migración a África y le ayuda a hacer justicia.

La estatua del principe feliz, que busca la felicidad de los hombres; el noble ingles que ante la prediccion de que se convertira en un asesino, trata de adelantarse a la profecia con fracasos continuos y al fantasma en una vieja mansion inglesa, que a pesar de sus esfuerzos ya no asusta a nadie.

La estatua del Príncipe Feliz estaba cubierta por hojas de oro, sus ojos eran dos zafiros, y tenía un rubí en el puño de su espada. Una noche llegó a la ciudad una golondrina, y al posarse en la estatua vio que esta lloraba, porque desde lo alto podía ver toda la miseria de su ciudad. Entonces decidió quedarse un poco más para ser su mensajera, a pesar de que sus amigas ya habían partido para Egipto y de que cada vez hacía más frío.

Estos son algunos cuentos de Oscar Wilde, entre ellos "El principe Feliz", "El ogro egoista", y "Un amigo fiel."